Insomnio, un importante problema de salud pública.
De todos los diferentes trastornos del sueño identificados por la OMS el insomnio es uno de los más frecuentes (10-15%) en la población mundial. Según la Academia Americana de medicina del sueño al menos el 95% de la población en general ha experimentado insomnio alguna vez en su vida.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es el resultado de la interacción de factores biológicos, físicos, psicológicos y ambientales. Puede definirse como una dificultad para iniciar y/o para mantener la continuidad del sueño o por un sueño de mala calidad resultando en una disfunción diurna.
El insomnio transitorio o a corto plazo puede aparecer en cualquier persona, sin embargo, el insomnio crónico aparece en personas susceptibles que tienen una predisposición subyacente a presentarlo.
¿Cuáles son las causas del insomnio?
Las causas del insomnio son muy variadas las principales son:
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Enfermedades psiquiátricas: ansiedad generalizada, depresión, estrés postraumático.
- Enfermedades médicas: dolor crónico, reflujo gastroesofágico, enfermedades respiratorias crónicas.
- Otros trastornos del sueño: síndrome de piernas inquietas, síndrome de apnea obstructiva del sueño.
- Uso de medicamentos.
- Abuso de sustancias: alcohol, drogas ilícitas.
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Factores ambientales: uso de pantallas de dispositivos electrónicos antes de ir a dormir, temperatura inadecuada de la habitación.
¿Cómo puedo saber si padezco de insomnio?
El insomnio es más frecuente en el sexo femenino, especialmente durante el período peri-menopáusico, en la edad media, en adultos mayores, en los trabajadores en sistema de turnos y en personas con enfermedades médicas y/o psiquiátricas
Para comenzar a sospechar de insomnio se requiere que la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador, dure al menos un mes y que, además, se acompaña de fatiga diurna, sensación de malestar personal significativo y deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad personal.
Para realizar un buen diagnóstico de insomnio es necesario acudir a una revisión médica para poder hacer una historia clínica completa así como distintas escalas, calendarios de sueño y estudios complementarios para poder identificar la causa.
¿Cuáles son las consecuencias que puede tener en mi salud el insomnio no tratado?
El insomnio de tipo crónico, es decir, aquel que persiste por más de 3 meses, afecta seriamente la salud de las personas y su calidad de vida, con mayor riesgo de:
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Compromiso en la capacidad para concentrarse, deterioro de la memoria, mayor irritabilidad, mayor fatiga/cansancio diurno y reducción de la capacidad para disfrutar la familia y entorno social.
- Calidad de vida deteriorada, la que frecuentemente se asocia a trastornos del ánimo del tipo ansiedad/depresión.
- Mayor riesgo de enfermedad cardiaca y eventos cardiovasculares con mayor mortalidad. Existiría una asociación además entre pocas horas de sueño y mayor riesgo de hipertensión arterial (HTA).
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Aparente aumento de la mortalidad en personas que duermen regularmente menos de 5 horas por noche.
¿Cuál es el tratamiento del insomnio?
El tratamiento del insomnio es multidisciplinario y depende de su causa. Los objetivos principales del tratamiento son mejorar la calidad del sueño y mejorar los síntomas diurnos. Según la Academia americana de medicina del sueño el tratamiento de primera línea es el no farmacológico con abordaje psicológico mediante terapia cognitivo-conductual.
¿Qué medidas puedo implementar para tener un mejor sueño?
Principalmente lo primero que se debe de realizar medidas de higiene del sueño como son:
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Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
- Evitar las siestas, o que éstas no excedan los 45 minutos.
- Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
- Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té, refrescos, chocolate.
- Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
- Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
- Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
- Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantener la habitación bien ventilada.
- Evitar el uso de pantallas digitales o luz artificial antes de ir a dormir (pantallas de celulares y tablets).
- Bloquear todo el ruido que distrae y eliminar la mayor cantidad de luz posible.
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Reservar la cama para dormir, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.
Existe una relación estrecha y bidireccional entre una persona sana y un sueño normal, debido a que el sueño cumple diversas funciones fisiológicas necesarias para la salud de cada persona. Por lo que es de suma importancia mejorar la educación en sueño y resaltar la importancia de un buen dormir como medida básica para una buena salud y calidad de vida.