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¿Cómo reconocer el trastorno esquizo – afectivo?

¿Cómo reconocer el trastorno esquizo – afectivo?

El trastorno esquizo – afectivo es una patología psiquiátrica que engloba un trastorno mental que se caracteriza por estados de ánimo cambiantes, con síntomas psicóticos similares a los que se pueden apreciar en la esquizofrenia.

Esta afección provoca, además de estados anímicos cambiantes, una pérdida de contacto con la realidad.

Es una enfermedad que no tiene cura, pero un tratamiento adecuado puede ayudar a lograr una mejor calidad de vida sobrellevando la enfermedad de forma digna.  En general, es una enfermedad cíclica con períodos de síntomas agudos seguidos de períodos de mejora. Suele estabilizarse con una combinación de psicoterapia y medicamentos analizados cuidadosamente.

El trastorno esquizo – afectivo afecta el normal funcionamiento de la persona en su ámbito social y laboral. Es muy probable que no puedan cuidar de sí mismos ya que las alucinaciones pueden ponerlo en peligro constante.

¿Qué origina este trastorno severo?

Se desconocen las causas exactas de su origen. Se estima que la respuesta puede estar en los químicos del cerebro o los neurotransmisores y en algunos cambios genéticos. También se ha analizado que hay diferencias estructurales en los cerebros de las personas que sufren este trastorno. Hay muchas probabilidades de que sean susceptibles de sufrirlo aquellas personas que tuvieron retrasos madurativos durante su crecimiento.

Suele afectar en mayor medida a mujeres que a varones y suele ser muy raro en niños.

También se toman en cuenta factores ambientales como la exposición a algún virus durante la vida intrauterina. También puede surgir en personas que sufrieron traumas durante su alumbramiento.

En más de una ocasión se la suele tratar solamente por los cambios anímicos ya que es una enfermedad difícil de diagnosticar porque suele ser confusa.

Algunos síntomas que acompañan los cambios de humor suelen ser: falta de apetito, problemas funcionales en el sexo, falta de interés en la higiene personal y el aseo en general, dificultades para dormir, falta de concentración, aislamiento social, alucinaciones y sensaciones de muerte continua. 

¿Existen estudios médicos para diagnóstico?

No existen estudios específicos que puedan diagnosticar el trastorno esquizo – afectivo, los profesionales se basan en las evaluaciones habituales para hacer un diagnóstico.

El paciente presenta tanto síntomas psicóticos como trastornos en su estado anímico. Este tipo de combinación también se observa en el trastorno bipolar.

Algunos factores de riesgo que favorecen la aparición del trastorno

Algunos factores que predisponen la aparición del trastorno son:

   –   Que haya antecedentes familiares de la enfermedad o de alguna similar.

   –   Que haya sufrido algún tipo de episodio psicótico o alguna enfermedad de esta especie.

   –   Que sea una persona que consume drogas o alcohol en forma abusiva.

   –   Que la persona haya sufrido abuso o abandono o que haya experimentado algún tipo de trauma.

   –   Que haya estado expuesto a virus, toxinas, drogas o alcohol durante su vida uterina.

   –   Que haya habido complicaciones durante su alumbramiento.

   –   Que haya sufrido estrés postraumático.

   –   Que tenga trastorno de ansiedad.

   –   Que sea una persona con problemas de adicciones.

¿Cuáles son los síntomas que alertan sobre esta enfermedad?

En cuanto al comportamiento: su vida comienza a ser muy irregular, no hay cumplimiento en el trabajo, no encuentra su lugar en el entorno social, presenta un comportamiento desordenado y catatónico, aislamiento social, no se entienden sus ideas cuando habla, variación de movimientos entre lentos y rápidos, conductas autodestructivas, intentos suicidas.

En cuanto a los síntomas físicos se pueden apreciar: cambios en la alimentación, insomnio, aumento o pérdida de peso, falta de aseo personal, apatía y cambios de apariencia física.

En cuanto a los síntomas cognitivos: se observan alucinaciones, delirios compulsivos, paranoia, memoria selectiva, pesamiento no secuencial, imposibilidad de hacer planificaciones a futuro, falta de percepción.

En cuanto a los síntomas psicosociales: comportamientos maniáticos, episodios de depresión, fluctuaciones en su autoestima, ideas suicidas, altos niveles de ansiedad.

Consecuencias del trastorno esquizo – afectivo

Cuando una persona sufre esta  enfermedad y no recibe un tratamiento adecuado para aliviar su patología, puede tener que enfrentarse a las siguientes consecuencias:

   –   Pérdida de empleo.

   –   Desorden financiero.

   –   Fracaso profesional.

   –   Fracaso en su educación.

   –   Problemas serios familiares.

   –   Problemas serios de salud.

   –   Relaciones conflictivas.

   –   Desarrollo de adicciones.

   –   Muerte prematura.

   –   Intentos de suicidio.

   –   Conductas autodestructivas.

Otro enfoque sobre el trastorno esquizo – afectivo

Esta enfermedad es un área de controversias respecto de los criterios de clasificación. Puede ser considerada como una variante de la esquizofrenia combinada con el trastorno bipolar.

Este tipo de enfoque hace que sea necesario revisar el diagnóstico y analizar de modo profundo las características psicopatológicas desde una perspectiva neuropsicopatológicas  y genéticas.

En este enfoque también se toman en cuenta las alteraciones neurocognitivas que acompañan las variaciones de la enfermedad y le da al trastorno esquizo – afectivo una mayor afinidad con las psicosis afectivas que con la esquizofrenia, otorgándole un estadio intermedio.

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